DIseño

Citè International de la Gastronomie de Lyon by Carlos Salazar

Espacio gastronómico.- La cocina

Espacio gastronómico.- La cocina

El Hotel Dieu es un majestuoso edificio sitiado en el centro de Lyon con una fachada plana de más de trescientos metros de longitud frente al río Ródano. Desde sus orígenes en el siglo XII se dedicó a acoger huérfanos, mendigos y peregrinos, a partir del siglo XVIII y hasta el año 2010 ha funcionado como hospital.

En la parte más antigua del complejo se ubica La Citè International de la Gastronomie de Lyon que se inauguró en octubre de 2019 y que cuenta con más de cuatro mil metros cuadrados de superficie dedicados al mundo de la gastronomía y la cultura, con un espacio dedicado a la memoria del gran chef Paul Bocuse. En el interior los espacios expositivos se van alternando con otros de carácter didáctico en torno a las cocinas de todo el mundo. También es un punto de referencia para todos los profesionales del sector con la creación de encuentros, clases y networking entre empresas de restauración y productores locales.

El equipo de Carlos Salazar Arquitectos está especializado en proyectos basados en el diseño, la creatividad, con búsqueda de soluciones muy adaptadas a los objetivos del cliente. Se ha encargado de diseñar varios espacios de la Citè, principalmente del vestíbulo, la tienda-cafetería, las oficinas, el networking, la cocina y de la sala de degustación. También otros espacios menos protagonistas, pero necesarios para la logística general del edificio

En desarrollo del proyecto estuvo muy condicionado unas normas muy estrictas a la hora de actuar sobre el edificio ya que se trata de un complejo considerado patrimonio nacional.

La imponente sobriedad de los espacios del edificio y solemnidad que destilaban eran unos valores que se quisieron respetar sin abarrotar esos espacios de elementos anecdóticos. El reto consistía en dar soluciones sin que se disparase el presupuesto. Para ello se optó por materiales sencillos utilizándolos con criterios y formas diferentes a lo que es habitual, esto les da personalidad. Al tratarse de un centro de visitantes, pensamos espacios dinámicos, con mucho movimiento, en donde las formas se fueran adaptando los flujos de circulación de los visitantes. El estudio de la iluminación es fundamental para desarrollar es te concepto en unas salas que por su origen y naturaleza constructiva la luz natural es escasa.

Se ha utilizado un único material protagonista para resolver todos los requerimientos funcionales de cada espacio. En el vestíbulo, tienda y cafetería se recurrió a una madera de haya que ofrece el aspecto de la solidez de los muebles antiguos que una vez ocuparon las salas del hospital. El falso techo es un plano construido con placas de cartón yeso en forma de pajarita que soporta todas las instalaciones de climatización e iluminación. Para la barra de la cocina del espacio gastronómico se eligió un de piedra artificial color grafito por su carácter neutro, muy adecuada al lugar en donde se ubicaba y como superficie de trabajo por sus características técnicas, una novedad de la marca patrocinadora Cosentino que ensayaba en este proyecto por primera vez.

Metros Cuadrados Calientes by Carlos Salazar

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Hay un fenómeno llamado “cama caliente” surgido por la inmigración o por trabajadores sin recursos, no es algo nuevo aunque no por ello curioso. Este fenómeno consiste en compartir por turnos de 8 horas una cama en una habitación de alquiler. Así mientras un trabajador realiza un turno de noche otro duerme en su cama. Al terminar el primero su turno, el segundo al tener que incorporarse a su trabajo, liberará la cama para que descanse el primero. Esta combinación es posible hasta con tres personas en que sus horarios sean compatibles para que la cama esté ocupada durante las 24 horas del día en turnos de 8 horas. Aunque humanamente no es una situación envidiable ni deseable, sí  que podemos decir que es un ejemplo de economía y de optimización de recursos. Este hecho me lleva a reflexionar sobre cómo la gente utiliza, y hasta qué punto rentabiliza, su espacio doméstico en un mercado donde cada metro cuadrado que ocupamos tiene hoy en día en el mercado un precio nada desdeñable. Cuando un amigo, familiar o conocido nos comunica que ha comprado un piso o tiene alguno mirado los dos parámetros por los que preguntamos inmediatamente es el precio y los metros cuadrados o número de estancias que tiene, luego vienen otras preguntas como el costo de la hipoteca, la ubicación, la altura, etc.

Habitualmente cuando se compra un piso siempre se tiene en mente la habitación de invitados. Suele consistir en una habitación cerrada la mayoría del año para unas visitas que apenas se producen. En este caso es un espacio frío que muy probablemente acabe por albergar maletas y alguna bicicleta (trastero). Otros espacios infrautilizados son los pasillos, el vestíbulo, y en muchos casos los propios salones cuando están más pensados como una exposición de muebles que en un sitio para habitar.

En la arquitectura domestica inglesa del XIX vemos ejemplos curiosos de vestíbulos que sirven para atender sentado a las visitas poco apreciadas, pasillos o vestíbulos biblioteca con una pequeña repisa mesa y un silla para leer, un pasillo que funciona zona de juego de niños, habitaciones estudio y habitación de invitados. Me llamó especialmente la atención un baño de una casa de Londres en donde se había instalado un sofá. Se trataba de un amplio espacio bien en donde los miembros algún miembro de la familia podía conversar sentado cómodamente mientras conversaba con otro que se daba un placentero baño. También era un espacio utilizado para la lectura. Otro ejemplo curioso lo podemos encontrar ocurre en el Magreb,  en salones con un largo banco perimetral lleno de cojines que son fácilmente transformables en grandes dormitorios ante una eventual avalancha de familiares como

A esta voluntad por aprovechar y rentabilizar cada metro cuadrado de la casa se le puede calificar haciendo un paralelismo con las camas del primer ejemplo, “metros cuadrados calientes”. Son aquellos metros que se utilizan durante todo el día. Cuantos más metros dispongamos en nuestro domicilio más estaremos rentabilizando y disfrutando de ese espacio. Poder optimizar el uso durante todo el día de un metro cuadrado significa duplicarlo, en realidad es un dos por uno. Vale la pena pues hacer el esfuerzo por repensar cómo utilizamos realmente nuestro espacio para poder ampliar nuestras posibilidades de poderlo habitar. Esto no acaba en el simple uso de cada estancia sino de cómo se relacionan entre ellas, se trata de abandonar el espacio especializado y recurrir en la medida de lo posible a espacios polivalentes, o incluso desprogramados, pasa por la eliminación de particiones rígidas, la eliminación de pasillos en la medida de lo posible, mediante estancias útiles que sirvan de paso. En definitiva es cambiar el concepto de espacios servidos y servidores que tanto nos repitieron en la escuela de arquitectura a un concepto de espacios colaborantes, que incluso cambian de uso con el tiempo, con la intención de eliminar jerarquías para encontrar de una relación más democrática entre ellos. Poder desarrollar casi cualquier actividad en casi cualquier lugar de la casa en donde cada ocupante encuentre el lugar que más le convenga o le guste es factible, sólo ciertos espacios y los baños precisan de estar cerrados aunque si el sentido de privacidad es poco estricto también podemos hablar de espacio abiertos. Como podemos comprobar una vez abierto el camino las derivaciones son tantas como compleja sea la vida o la mentalidad de los que la habitan.

Más que un catálogo de soluciones ingeniosas “metros cuadrados calientes” es un concepto para actuar o pensar un espacio y tal es así que también se puede aplicar incluso a las sensaciones espaciales mediante elementos de transparencia o móviles que nos ofrezcan visiones amplias en espacios reducidos o mediante la manipulación de la luz. Son los profesionales del diseño y la industria los que se encargarán de elaborar productos que participen de esta idea y se los ofrezcan al consumidor.